Realitys, ¿sinónimos de sociedad? – Alejandra Guardiola

2.5 Industria de entretenimiento y medio de información

¿Gran Hermano o la Isla de las Tentaciones son un reflejo de la sociedad española?, una pregunta en la que más adelante incidiré, y es que en España están triunfando los concursos de telerrealidad o también llamados reality shows como son: Gran Hermano o Gran Hermano VIP (este último se compone de gente “famosilla”), Supervivientes (aquí los concursantes tienen que aprender a “sobrevivir” junto con sus compañeros), y por último el gran boom desde enero del año 2020 es La Isla de las Tentaciones, todos ellos pertenecen a Mediaset y se emiten en la cadena Telecinco.

La Isla de las Tentaciones es uno de los programas con audiencias más altas, sin ir más lejos el día once de este mes consiguió un nuevo récord con un 27,2% y 3.391.000 espectadores. La audiencia del programa varía en edad, pero resalta que la población más fiel al espacio es la joven de entre 13 a 24 años con el porcentaje más alto 70%. Además, sorprende a la vez que asusta que programas de este tipo tengan una audiencia de franja infantil (niños de 4-12 años) de cuota de pantalla del 37,5%.  Da miedo pensar que miles de menores ven este tipo de programas, puesto que a estas edades los niños y no tan niños absorben tanto de su entorno (familiar, amistades, colegio…), como de dispositivos (móviles, televisión…), la información que los van formando como personitas. Esto quiere decir, que gran parte de lo que ven lo reproducen en su vida y su entorno. Y bueno, si estuviésemos ante un programa de educación, pues sería alucinante, pero desgraciadamente este no es el caso, pues en La Isla de las Tentaciones estamos ante un programa en el que cinco parejas van a poner a prueba su “amor”, en las que el sexo, los celos, y demás están a la orden de cada escena. Entonces, que este tipo de programas lo vean niños y adolescentes que son tan fácilmente influenciables, hace que se desarrolle y perpetúe un tipo de comportamiento para nada recomendable.

1ª_ALEJANDRAEn cuanto a la audiencia adulta, no suele sufrir esa influencia como ocurre con edades más jóvenes, puesto que a esta edad la personalidad y valores de cada individuo ya suelen estar consolidados.  Normalmente los/as participantes de estos realitys están entre la etapa joven/ adulta, y asombra que tanto los chicos como las chicas cumplan un mismo patrón, tanto de vestimenta, forma de ser, de hablar… todos sabemos que el programa suele buscar a un tipo específico de personas y en el caso de La Isla de las Tentaciones, a parejas con problemas en su relación, puesto que de esa forma será más fácil caer en la tentación (el objetivo del programa). Pero mi reflexión viene al ver que estas personas resultan casi un reflejo de la juventud actual (no todos son iguales), lo que te lleva a pensar a lo que planteaba en un inicio “¿Gran Hermano o La Isla de las Tentaciones son un reflejo de la sociedad española?”, parece ser que efectivamente en gran parte el éxito de estos programas es porque la audiencia se ve reflejada con lo que ocurre en ellos (los celos, las inseguridades y demás, que desgraciadamente se encuentran en muchas parejas). Además, del cotilleo, salseo, críticas, memes y demás…que son compartidos en redes sociales lo que aún acentúa más su éxito.

 A pesar de algunos inconvenientes que pueden provocar este tipo de programas a la sociedad. También, pienso que pueden ser muy beneficiarios para la misma, dependiendo de con qué ojos se mire, puesto que se pueden aprender mucho de lo que vemos en ellos.  Por ejemplo, puedes detectar patrones tóxicos en una pareja del programa y de alguna manera te das cuenta de que en tu propia relación también están.

Lo que me sorprendió gratamente cuando vi la primera temporada de este reality es que las mujeres en ningún momento tuvieron miedo a exponerse y a hacer lo que sentían, con ello quiero decir que se comportaron igual que lo hicieron muchos hombres, demostrando que independientemente del sexo cada persona siente y actúa como mejor cree. Sin embargo, no todo el mundo lo ve de la misma forma, aún hay personas que apremian el que un hombre se acueste con tres tías y es considerado un “machote”, pero una mujer si hace lo mismo se le tacha de “guarra”. Además, sorprende que sean las propias mujeres las que descalifican a otras, un flaco favor que se hacen a ellas mismas y al resto de mujeres que luchamos por un cambio social. También, respecto a la evolución social que nombraba anteriormente se puede observar, al leer comentarios en redes sociales en las que en muchas ocasiones se defiende indistintamente tanto a mujeres como hombres que lo están pasando mal.

Creo que todo lo que está en nuestro entorno tanto en nuestras relaciones como la información que nos llega, ya sea por redes sociales, noticias, reality shows…nos pueden transmitir cosas buenas y malas, pero cada uno de nosotros decidimos si aprender sobre ello o no. Eso sí, los niños y adolescentes que son fácilmente influenciables necesitan un control en este aspecto y una educación sobre ello que ha de realizarse bajo una educación desde el hogar. He querido realizar este trabajo sobre los reality shows, ya que están a la orden del día y aunque para mucha gente es simple entretenimiento para otra puede resultar perjudicial.

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