4.3.- El documental. Tipos de documentales. El documental como documento cultural
Antes de empezar. Antes de pensar qué iba a escribir para mi primera entrada hice una encuesta en la clase sobre el documental. ¿Qué es para ti? ¿Para qué sirve? ¿Cómo lo definirías? O, ¿cuál destacarías? Respecto a esta última pregunta se va a centrar mi tercera entrada.
Y es que la última pregunta, generó una respuesta que hoy, será la protagonista.
EL PODER DE LA MÚSICA
Sixto Rodríguez, es músico y compositor estadounidense de origen mexicano. Un ídolo, un referente para muchos, sin él si quiera saberlo. Rodríguez tenía el poder en sus manos cuando tocaba su guitarra. Tenía el poder cuando a la par con su voz dio origen a lo que fue un arma para luchar contra las injusticias que concurrían en Sudáfrica, Rodríguez les dio la música.
Cold Fact, su primer disco mandó un mensaje contra el Apartheid que en la lengua afrikáans significa “separación”. Este fue un conjunto de leyes, impuesto desde 1948, que establecía un sistema desigual y discriminaban a la población negra e india de Sudáfrica durante gran parte del siglo pasado. Los negros no podían votar, debían vivir en zonas alejadas de los blancos (llamadas bantustanes), cobraban menos que ellos por el mismo trabajo y, si iban al colegio, debían ir a centros separados con peor nivel educativo.
La segregación era tan extrema que blancos y negros no podían ser pareja o casarse, no podían utilizar el mismo baño público, ni por supuesto, ir en el mismo autobús o bañarse en las mismas playas, entre muchas otras.

Fotograma del documental ‘Searching for Sugar Man’ que muestra la discriminación racial en los años 70, los taxis solo atendían a los blancos/Fuente: ‘Searching for Sugar Man’
Canciones como The Establishment´s Blues fueron el arma, el incentivo para salir a las calles y luchar por sus derechos, a principios de los años 70. Rodríguez de alguna manera los liberó como pueblo oprimido que acataba leyes que los trataban como apestados. Toda revolución necesita un himno y en Sudáfrica, aquel álbum consiguió que muchos ciudadanos pensaran de una manera diferente, abrió los ojos y consiguió llegar a millones de hogares, sin él si quiera saberlo.
Además, cabe destacar que este sistema también decidió sobre la poderosa, sobre la música. En ‘Searching for Sugar Man’ el documental protagonista de esta entrada, dirigido por Malik Bendjelloul y ganador del Oscar en 2012 a mejor documental, muestra el Archivo de Material Censurado en Suráfrica. Ilse Assmann, exarchivera del Apartheid nos enseña canciones de Sixto Rodríguez que quedaron relegadas en estanterías abandonadas. Ella explica que en esos años era imposible poner algunas canciones del estadounidense, literalmente imposible porque rayaban con una herramienta puntiaguda las canciones del disco de vinilo que consideraron inapropiadas, una prohibición más que añadimos a lista.
El Apartheid fue un sistema discriminatorio que no fue derrocado hasta 1991.
SIN ÉL SI QUIERA SABERLO
Lo peculiar de este músico fue su gran éxito en una parte del mundo, sin él si quiera saberlo. Sixto es su nombre porque fue el sexto de los hermanos nacidos entre la pobreza y la marginalidad en Michigan, 1942. Llegó a grabar dos álbumes, uno de ellos ya mencionado, Cold Fact en 1970. Al parecer, hubo tan solo seis discos vendidos, por lo que la discográfica que había confiado en su talento, renunció a su carrera musical. En este contexto, a principios de los 70 florecian Bob Dylan, Lou Reed, Joni Mitchel, Joan Báez o Leonard Cohen, entre otros. Detroit apadrinaba a excelencias del soul como The Supremes, Marvin Gaye, The Jackson Five o Stevie Wonder.
Mientras Sixto Rodríguez colocaba ladrillos, amasaba cemento y construía edificaciones junto a sus compañeros de jornada, su disco estaba multiplicándose ilegalmente – debido a la falta de identidad del compositor y la ausencia de propiedad de derechos –, su música estaba recorriendo países como Sudáfrica, Rhodesia, Nueva Zelanda y Australia. Sixto se estaba convirtiendo en un músico adorado por millones de personas, sin él si quiera saberlo y es que, el éxito y el artista convivían por dos caminos separados.
Algunos fanáticos quisieron saber dónde se encontraba Rodríguez y es que corrían muchas leyendas que hablaban sobre su muerte, su suicidio, su adicción a las drogas, un sinfín de invenciones que acabarían por desmentirse cuando Craig Bartholomew, periodista musical logró encontrar al cantautor de Sugar Man – canción del artista de origen mexicano -.
“Gracias por mantenerme vivo” fue lo que Sixto Rodríguez dijo en su primer concierto a alrededor de unas 20.000 personas en 1998, tras haberse dado por desconocido, desaparecido o muerto. Una treintena de localidades tuvieron el placer de escucharle, no en un cassete o en un disco de vinilo, sino en vivo.