4.4. El videoarte y las artes. Contexto histórico y cultural del nacimiento del videoarte. Evolución: performance, teatro, videoclip

«El sueño de la razón produce monstruos», grabado n.º 43 de los Caprichos (1797-1799), por Francisco de Goya
El sueño de la razón produce monstruos. Así lo grabó el pintor español Francisco de Goya en la obra número 43 de su serie Caprichos, de 80 estampas, publicada en 1799. Esta consistía en una sátira de la sociedad española de la época, especialmente de la nobleza y del clero.
Tres siglos después, Goya y su obra han sido el motivo por el que los engranajes de la cultura en Elche se han puesto de nuevo en funcionamiento, tras el parón causado por la tercera ola de la pandemia. El Gran Teatro de Elche acogió el día 4 de marzo “El sueño de la razón”, una obra de Antonio Buero Vallejo, dirigida por Paco Maciá Vicente. La Compañía Ferroviaria protagoniza el drama histórico, con Juan Meseguer, en el papel de Goya, y Eloísa Azorín, quien encarna el personaje de Leocadia Zorrilla y es, a su vez, productora de la obra.
El sueño de la razón produce monstruos. Así lo grabó el pintor español Francisco de Goya en la obra número 43 de su serie Caprichos, de 80 estampas, publicada en 1799. Esta consistía en una sátira de la sociedad española de la época, especialmente de la nobleza y del clero.
Tres siglos después, Goya y su obra han sido el motivo por el que los engranajes de la cultura en Elche se han puesto de nuevo en funcionamiento, tras el parón causado por la tercera ola de la pandemia. El Gran Teatro de Elche acogió el día 4 de marzo “El sueño de la razón”, una obra de Antonio Buero Vallejo, dirigida por Paco Maciá Vicente. La Compañía Ferroviaria protagoniza el drama histórico, con Juan Meseguer, en el papel de Goya, y Eloísa Azorín, quien encarna el personaje de Leocadia Zorrilla y es, a su vez, productora de la obra.
En “El sueño de la razón” el público se vuelve sordo cuando Goya está en escena, pues no oye el diálogo de los demás personajes (que se dirigen a él a través de signos), sólo los sonidos alucinatorios de su mente. Cuando el personaje sale del escenario vuelven todos los sonidos y los personajes hablan con total normalidad.
Por otro lado, el uso de los visuales adquiere un papel fundamental en la obra. A través de proyecciones se muestra lo que serían los muros de la casa de Goya y, cada vez que se dirigen a estos para hablar de los cuadros, se ilumina el telón de fondo con recreaciones de sus pinturas en movimiento, interpretadas por la propia compañía.
En un primer momento, crearon los audiovisuales en una producción completa como un proyecto individual que, más tarde, se sumó a los ensayos teatrales.
En el juego creativo propuesto por el escenógrafo Ángel Haro, las propias imágenes tienen un valor significativo tanto en la evocación de los cuadros de Goya como en el espacio físico de actuación, funciona como elemento estético y de comunicación. Para crear las performances proyectadas se han llevado a cabo distintas formas: parte de ellas surgen desde el cuerpo de los actores y de la construcción de máscaras inspiradas en los personajes pintados por Goya, como Judith, le Santo Oficio, La Romería de San Isidro, Los Voladores, etc. Otras se crean desde la animación de las pinturas negras como Saturno o el Duelo.
Ferroviaria define su puesta en escena como Obra Total, un espectáculo que mezcla varios lenguajes, todos necesarios y pertenecientes a la realidad vital del protagonista que, teatralmente, conforman una amalgama de sensaciones para el espectador.
Esta obra, antes de retomar la actividad cultural en Elche, ya había girado por todo el país y, además, por Portugal y Francia, donde recibió varios premios, entre ellos el premio del público del Festival Don Quijote en París. Ahora, debido a la situación actual se le plantean nuevos problemas que afronta de la mejor manera posible.
Paco Maciá, director de la obra, cuenta cómo el miedo afecta al público, que ya no se atreve a asistir a este tipo de eventos, de la misma forma que antes. Tanto el teatro como la compañía luchan por mantener un espacio seguro donde poder ofrecer la cultura con el mínimo riesgo de contagio. Los actores se realizan pruebas pcr cada cierto tiempo y, también, les toman la temperatura todos los días, además de cumplir las medidas de seguridad en todos los ensayos. Por su parte, el teatro toma la temperatura a los asistentes y, gracias a la reserva de entradas, se encarga de distribuirlos en los determinados asientos asignados a cada uno, respetando la distancia social entre estos. En todo momento se evitan las aglomeraciones.
La compañía Ferroviaria ya se encuentra manos a la obra de su próximo proyecto. A diferencia del género clásico de “El sueño de la razón”, ahora trabajan en el estreno de una nueva obra contemporánea llamada “Todos se han ido”, que representarán en Rialto de Valencia, en el Institut Valencià de Cultura. No obstante, continúan haciendo las que tienen en el repertorio, porque mientras la cultura siga siendo segura, el telón no bajará.
Personalmente, me parece muy interesante el tema de la obra y la forma en la que está pensada, utilizando los visuales de las performances de las pinturas de Goya, pues sale de lo habitual y la hace mucho más dinámica. He decidido escoger este tema porque me parece muy importante el hecho de que se reactive la cultura y deberían promoverse más este tipo de eventos.