2.5 Industria de entretenimiento y medio de información
Lorenzo Fernández Bueno (Jaén, 1973), periodista y escritor, es una de las personalidades más representativas del misterio en España. Ha pasado por prensa, televisión y radio siendo, junto a otras personalidades como su amigo Iker Jiménez, alumno de la escuela promovida por Jiménez del Oso y Juan José Benítez. Dirige en la actualidad las revistas Año Cero y Enigmas, el programa El Colegio Invisible de Onda Cero y es presentador de televisión para programas como Da Vinci: El último Hereje, Enigmas de Nuestra Historia, 99 lugares dónde pasar miedo y Misterios para DMAX. Con motivo del lanzamiento de su nuevo programa de televisión el próximo 8 de abril, Lorenzo hace repaso a su trayectoria por los medios de comunicación de un país enamorado del misterio.
Desde el año 1995 su vida ha girado profesionalmente rodeando al misterio, pero ¿cómo definiría el misterio?
El misterio es mi forma de vida. No sé si tengo más vocación por el periodismo o por el misterio. La clave del misterio es que te despierta todo tipo de curiosidades y te lleva a querer saber más sobre un tema que va desde las fronteras de la ciencia hasta las fronteras de la historia. Desde los once años quise dedicarme a él y la vía que mejor funcionaba era el periodismo, lo que llevó a un enamoramiento mutuo.
¿Cómo nació esa pasión tan fuerte con tan solo once años cuando apenas se trataba esta temática en la televisión de la época?
La figura de Jiménez del Oso, ese señor con barba, ojeras y de profunda voz me provocaba miedo, pero un miedo agradable que hacía que los martes por la noche estuviese nervioso por volver a verle en una televisión en blanco y negro. Pero el desencadenante principal fue que a muy poquitos kilómetros de mi casa estaban apareciendo caras en un pueblo de la Sierra Mágina y provocó que mi curiosidad explotase y no pudiera de dejar de interesarme por estos temas.
Las Caras de Bélmez fueron altamente silenciadas por un régimen ultracatólico… ¿Cree que todavía existe la censura sobre el misterio y que no conviene hablar de ciertos temas en pleno siglo XXI?
Pienso que eso ya se ha superado. En los años 90, cuando llegamos la generación que actualmente estamos en los medios de comunicación, todos llegamos de la Facultad de Periodismo e intentamos establecer el método periodístico para la investigación y divulgación del misterio. En ese momento hubo una explosión de estas temáticas increíble. Se crearon revistas como Más Allá que de primeras tenía tiradas de 250.000 ejemplares, después Año Cero…Entrado el siglo XXI hay todo lo contrario a la censura y se produce un interés masivo por el misterio, sólo hay que ver las audiencias de Iker Jiménez con Cuarto Milenio y el rejuvenecimiento cada vez mayor de la audiencia.
Un programa de televisión y un libro has realizado en torno a la figura de Leonardo da Vinci ¿Por qué su nombre es sinónimo de misterio?
¡Qué decirte de Leonardo! Estamos hablando posiblemente del personaje histórico más destacado de los últimos 500 años. Era un hombre que probaba de todo y no se le daban bien muchas cosas, pero era muy terco y no dejaba de experimentar. Lo que sí está claro es que Leonardo era un personaje de su tiempo y en su tiempo no había miedo a interesarse por todo lo religioso, pero también por lo que la religión acusaba de herejía. Ocultaba en esculturas y pinturas una serie de mensajes para aquellos que exclusivamente sabían leer estas creencias que la religión cristiana pretendía ocultar. Esto nos enseñaba cómo pensaba el personaje y de que forma era la sociedad de la época.
Televisión, radio, prensa… ha estado en todos los medios convencionales rodeado de enigmas ¿Cuál es el mejor para la divulgación del misterio?
Si me preguntaras por el que más me gusta te diría sin lugar a duda la radio. La radio es magia, imaginación, poder contar sin dar nada mascado. La televisión te da todo más fácil, pero su proyección es infinitamente superior a la radio. Estamos en una sociedad dónde apenas hay tiempo para pensar y la gente busca un contenido para al segundo siguiente consumir otro y eso la televisión lo hace magníficamente bien. Pero por gustos personales me tengo que quedar con la radio sí o sí.
¿Cómo ve el futuro de la televisión del misterio? ¿Relegada a las nuevas plataformas como Twitch y YouTube?
Ni si quiera es futuro, es presente total y absoluto. Si hablamos de mi amigo Iker Jiménez solo hay que ver Milenio Live y ver la cantidad de gente que hay detrás de las pantallas consumiendo ese proyecto. No creo que vaya a repercutir a los programas de televisión actuales, Cuarto Milenio lleva quince o dieciséis temporadas en emisión y paralelamente se van haciendo otras cosas. En abril nosotros estrenamos la nueva serie en DMAX con una ilusión tremenda. Veo un futuro maravilloso porque, a diferencia de lo que tuvimos nosotros, los jóvenes tienen una forma de informarse increíblemente mas rápida. Intentamos abrir un camino para que las nuevas generaciones tomen el relevo del misterio.
¿Algún proyecto personal tiene en mente relacionado con estas plataformas?
Independientemente de seguir con “mis revistas” y el programa de radio, estamos desarrollando las plataformas digitales para crear un medio de comunicación paralelo a la revista. Me está llenando de satisfacción porque estamos en contacto con compañeros americanos de los que estamos aprendiendo unos de los otros y está siendo muy divertido. También el 8 de abril estrenamos la nueva serie en DMAX con 8 capítulos en una temporada marcada por la pandemia y dónde he realizado el mayor número de entrevistas en mi carrera.
¿Está aprovechada España en cuanto a la explotación mediática de su historia?
En España tenemos la mala costumbre de que siempre tiene que venir alguien de fuera para decirnos lo bueno que tenemos y entonces es cuando nos empezamos a fijarnos en eso. Por ejemplo, hace unos años se llegó a la conclusión de que las cuevas de Altamira eran las más antiguas del mundo y a partir de ese momento son el referente único internacional.
¿Qué opinión le merecen los programas que hacen ficción del misterio? ¿Perjudica su imagen a la hora de mostrar veracidad?
Hay que intentar sacarle la parte buena a este tipo de programas que son de consumo masivo. Evidentemente no existe rigor periodístico, pero porque tampoco se pretende que lo haya. Es un programa de ocio, ocio puro y duro en el que sus conductores buscan eso y si no lo encuentran, lo crean. Eso es lo que compra el consumidor: ocio. La parte positiva de estos programas es que la gente se interese por el misterio, mientras que la parte negativa es que están ficcionando una realidad de la que mucha otra gente está investigando desde hace años. Como su nombre indica son fenómenos “extraordinarios” por que no se producen en el día a día, cosa que en dichos programas sí sucede.
Conspiraciones… ¿Deben tener un altavoz en televisión o se deben dejar pasar?
No soy partidario de ningún tipo de censura porque pienso que todo este tema debe partir de una base educacional, pero eso ya queda en la casa de cada uno. Si todo esto se rompe tienes por ejemplo a gente diciendo que el COVID es mentira. Las conspiraciones vienen a ser en la actualidad lo que en un tiempo pasado fueron los mitos y las leyendas, si escarbas encontrarás con algo real, pero ¿hasta qué punto esa realidad se ha deformado tanto para acabar en este tipo de pensamientos? A mi me divierten mucho hasta cierto punto, cuando empezamos a coartar la libertad de los demás me empieza a cabrear.
¿Alguna vez la frase “¿Para qué me he metido aquí?” le ha pasado por la cabeza?
(Risas) Alguna vez que otra se me ha metido en la cabeza esa frase, pero muchas más veces está asociada al comportamiento del ser humano que al misterio en sí. Pero ya te digo, son momentos muy puntuales. Tendría que echar la vista atrás para recordar a alguien que haya intentado imponer sus ideas de una forma violenta. A la gente que realmente le gustan estas temáticas creo que es gente bastante amable.
¿Qué consejo le daría a un joven que quiere adentrarse en el misterio cómo ya hiciese usted hace más de 25 años?
Pese a que sea mal consejero… yo tengo una máxima en mi vida que es “creer es crear” y si uno tiene la vocación tan clara por divulgar el misterio, al final va a ser la propia temática la que te va a poner en un camino u otro. La clave es esperar. Recuerdo cuando Iker y yo empezamos a hacer radio íbamos a trabajar en coche y escuchando a Juan José Benítez nos imaginábamos cómo sería si llegásemos a ese nivel. Costó muchísimo, pero al final puede mucho más la pasión y si perseveras, llegas.