2.El enfoque cultural aplicado a los medios audiovisuales y su contextualización histórica
El auge de las plataformas de streaming es un fenómeno que hace diez años nadie creía posible. A día de hoy, existen decenas de ellas, con todo tipo de contenido, capaces de saciar incluso al consumidor más exigente. Tenemos Filmin para los fans de lo clásico y lo independiente, Disney Plus para los más pequeños de la casa, Flix Olé para los amantes del cine español, e incluso Prime Video, que aborda todo tipo de contenido. Sin embargo, hay una plataforma que destaca muy por encima del resto, Netflix.
Desde que Netflix llegó en 1998, la empresa supo desde un primer momento cómo revolucionar el mercado. Siguiendo el modelo de negocio de Amazon, y como los videoclubes iban quedando obsoletos poco a poco, crearon un sistema de compra y alquiler de DVD online. En un primer momento las copias se enviaban en formato físico por correo, pero la empresa fue creciendo exponencialmente hasta crear el término conocido a día de hoy como: Plataforma de streaming. Este servicio llegaría a España el 20 de octubre de 2015. Tras su llegada, su crecimiento parecía no tener fin, y su apuesta por todo tipo de contenidos y su gran variedad contentaba a cualquier espectador. Para hacerse un nombre en la industria, Netflix comenzó a autoproducir sus propias películas y series, las cuales sorprendieron gratamente a nivel internacional, siendo el ejemplo más recordado Narcos. Pero, ¿qué ha pasado con todas estas ilusiones que teníamos todos los espectadores cuando nació Netflix?
Desde hace un par de años, se ha vuelto costumbre de la plataforma cancelar sus series pasadas las dos temporadas. Incluso existen casos de series que promocionaban futuras temporadas, y finalmente se anunciaba que la serie sería cancelada tras su próxima temporada. La primera vez que una cancelación se hizo sonar, fue en 2017, cuando Sense 8, una de las series más importantes de la plataforma y con más fans a sus espaldas, fue cancelada de imprevisto. Todo esto creó un inmenso revuelo en redes sociales, hasta que la plataforma se vió obligada a realizar un episodio final para cerrar la trama. En su momento, la cancelación de Sense 8 parecía un caso aislado, una serie que había tenido problemas económicos y que no podía seguir. Sin embargo, esto era solo el comienzo de decenas de cancelaciones de series con un gran éxito en crítica y en fans.
Mindhunter fue sin duda la estrella de la corona de Netflix para la gente más cinéfila. Producida y dirigida varias veces por David Fincher, nos contaba los orígenes de la ciencia del comportamiento, y como se había comenzado a investigar un método para encontrar patrones de comportamiento y de conducta en los asesinos en serie. Tras dos temporadas se anunció su aplazamiento, pues Fincher estaba en un nuevo proyecto para la plataforma, conocido como Mank, la que ha terminado siendo una de las grandes favoritas para los Oscars de 2021. Sin embargo, finalmente se conoció que el motivo real era que Netflix no estaba dispuesta a seguir invirtiendo en un proyecto que no atraía a grandes masas. Finalmente y pese a ser un éxito en crítica, y mantener las notas más altas de toda la plataforma en webs como IMdb o Filmaffinity, Mindhunter ha sido cancelada.
Ozark ha sido una de las grandes series de los últimos años, asegurando siempre su participación en los Emmy, y considerada por muchos la sucesora de Breaking Bad. Tras estrenar la tercera temporada se anunció una renovación de mínimo dos temporadas más. Sin embargo, a las pocas semanas se anunció la cancelación de la misma, tras terminar el rodaje de la cuarta, sin ofrecer ningún motivo claro, pues su fama y sus seguidores no hacían más que crecer con casa temporada.
Quizás Hannibal no fue tan exitosa como las dos anteriores, pero los fans del caníbal más famoso de la ficción, encontraron por fin una buena adaptación a la serie. Contaba los primeros años del asesino y su colaboración con la policía antes de ser descubierto. A pesar de su gran legión de fans y de su buena crítica, tras dos temporadas fue cancelada, y al igual que Sense 8, tuvo un final forzado a causa de las quejas de la gente.
El único caso que no conocía de los que voy a mencionar y el que más me ha sorprendido, ha sido el de Cristal oscuro. Se trata de la adaptación a serie del famoso clásico de fantasía infantil de 1983. Fue todo un éxito en crítica y en premios. Logró ganar el Emmy a mejor serie infantil y parecía que Netflix había encontrado una serie infantil para años. Sin embargo, tras una única temporada fue cancelada sin previo aviso.
Obviamente el motivo real de estas cancelaciones es el económico. Al fin y al cabo, Netflix es una empresa y busca lucrarse con todos sus productos. La televisión siempre ha funcionado así, pero las series que se cancelaron eran las que tenían poco impacto comercial. Entonces, ¿por qué Netflix cancela sus mejores series tras dos o tres temporadas?
Parece que Netflix ha descubierto que producir series nuevas es mucho más rentable que continuar las existentes. Pese a que una producción puede suponer muchos costes, cuanto más se alarga una serie, más aumentan los mismos, y más cobrarán los actores. Por este motivo, Netflix invierte millones en un nuevo proyecto, dándole un montón de publicidad, consiguiendo así nuevos suscriptores. Pero, pasadas esas dos o tres temporadas, estas series son canceladas, evitando el incremento de salarios y de gastos en la producción. Por un lado ha conseguido nuevos suscriptores, por otro ha ahorrado millones de dólares , y vuelta a empezar. Además, no se puede olvidar la pésima calidad de muchas de sus series, las cuales parecen creadas únicamente para ser canceladas tras dos temporadas.
Aunque Netflix sea una empresa, esta mentalidad es codiciosa y muy rastrera para el sector. Millones de personas se suscriben al año a este servicio para ver sus series favoritas, para que estas sean canceladas. Demuestra que por mucho que hayan repetido en reiteradas ocasiones sus creadores, su amor por el séptimo arte no existe. Puede que siga siendo la plataforma con más seguidores, pero poco a poco estamos viendo cómo su mentalidad está pasándole factura. Sin duda, plataformas como Disney Plus o Prime Video, no tardarán en alcanzar a la que un día fue, la ilusión de todos los amantes del cine.