5.3. Ciberespacio, cibercultura y medios de comunicación.
La convergencia del ser humano con la tecnología es cada vez mayor, el teléfono móvil se ha convertido en una extensión fija del cuerpo humano, esto es un hecho innegable. Cualquier actividad básica o esencial requiere ahora del teléfono móvil, no puedes sacarte una carrera si no puedes comunicarte con tus compañeros por WhasApp, pero al igual, eso, sucede con cualquier trabajo: los horarios, los avisos… todo se hace vía WhatsApp, ¿Qué significa esto? Que tener este objeto ya no es un decisión voluntaria, sino una necesidad para poder vivir en la sociedad y poder desarrollar actividades esenciales que forman parte de nuestro ser. Y puede sonar un poco paradójico, porque muchos expertos avisan del problema de la adicción al teléfono, a las redes sociales, sobretodo para los más jóvenes, pero a la vez es la misma sociedad la que exige la utilización de ellas para poder sobrevivir.
Si retrocedemos tan solo 10 años atrás todo era muy distinto, asusta ver y observar a la velocidad con la que han cambiado y evolucionado las cosas, la manera de relacionarse ha dado un giro de 360 grados y la importancia que ahora le damos a como nos ven los demás.
Asusta pensar cómo están cambiando las cosas, y cómo está evolucionando el ser humano, si pudiésemos dividir los últimos 500 años en un reloj, es decir, en 24 horas, los cambios más significativos hubiesen ocurrido solo en los últimos 5 minutos.
Estamos pasando a una sociedad que está advirtiendo de los peligros que causa este aumento de la tecnología, pero q a su vez nos lo impone como necesidad prácticamente desde el nacimiento.
Aunque actualmente esto no suponga un problema ya que todas esas redes parecen inofensivas (a pesar de que se han detectado muchos casos de depresiones y problemas mentales causado por esto), si los cambios más significativos se han realizado en los últimos 10 años, que podrá suceder cuando pasen 20 años más. El futuro es incierto y desconocido, pero si se hace una predicción aproximada relativa a los hechos que hemos vivido los seres humanos últimamente, no es ninguna novedad que en los años va a ir importando cada vez más la exposición en las redes, enseñar un mundo que aunque no sea real no importa, porque estas gustando a los demás, y eso es lo que realmente da miedo, la evasión del mundo real que estamos sufriendo todos los humanos.
Redes como Instagram muestran más que nunca la lucha de egos y los temas importantes como la generosidad o la honestidad están perdiendo cada vez más importancia, las personas se están volviendo cada vez más egoístas y parece que ser el mejor o tener más seguidores es lo único que importa.
No tenemos una máquina del tiempo, pero en ocasiones puede dar miedo imaginarse el futuro, un futuro incierto en el que veremos reflejado el presente pero de una manera mucho más exagerada. Los cambios actuales en la manera de convivir y relacionarnos se han manifestado con una rapidez increíble y asusta pensar cómo seguirán incrementando estos cambios a una velocidad mayor y cual será finalmente el desenlace de esta historia.
ARTÍCULO REALIZADO POR: Carla Meksoub Grau