4.4. El videoarte y las artes. Contexto histórico y cultural del nacimiento del videoarte. Evolución: performance, teatro, videoclip
Algunos videoclips están en boca de todos durante unos meses y con el paso del tiempo acaban siendo olvidados en los rincones más profundos de la plataforma de YouTube. Otros, en cambio, dejan huella y consiguen destacar hasta el punto de ser recordados por la mayoría.
Un videoclip puede durar aproximadamente cuatro minutos -aunque existen claras excepciones- y es imposible recordar cada plano a la perfección. Sin embargo, siempre hay un pequeño detalle en ellos que se queda grabado en nuestra mente y que es lo primero que se nos viene a la cabeza cuando los recordamos. Una chaqueta llamativa, un vestido descomunal y rompedor o hasta innumerables cambios de vestuario muchas veces son los culpables de ello.
El vestuario es una de las piezas más esenciales de un videoclip. Aunque aparentemente no tenga mayor importancia, el director y el encargado de vestuario – a veces incluso el propio artista- lo tienen absolutamente todo pensado. Conseguir destacar es lo primordial tanto para el director, el productor y el artista. Ser recordado, esa es la clave.
Los vídeos musicales nos transmiten una historia, nos ayudan a imaginar y a comprender mejor las letras de las canciones de nuestros artistas favoritos. Más allá de eso, acaban obteniendo una estética y un vestuario. ¿Qué videoclips asociamos directamente a una prenda? ¿Cuáles nos trasladan a una pasarela de moda?
Sin remontarnos mucho en el tiempo, Sucker, la canción que marcó el regreso de los Jonas Brothers en 2019, nos presenta en su videoclip unos looks para nada disimulados. Este clip fue dirigido por Anthony Mandler y en él, Sophie Turner, Priyanka Chopra y Danielle Jonas parecen sacadas directamente de uno de los desfiles de moda más extravagantes. Sucker está lleno de color y fantasía y, aunque los tres hermanos se atreven con unos looks estampados, son ellas las que captan toda la atención del espectador gracias a su vestuario.
En ese mismo año, también nació el efecto Tusa de Karol G y Nicki Minaj. ¿Quién no asocia el rosa a esta colaboración? Tusa es un video musical dirigido por Mike Ho. que nos transmite una estética rosada a juego con el blanco. No hay plano del vídeo en el que el rosa no capte nuestra atención y los diferentes looks que llevan las artistas -cómo no, rosas y blancos también- terminan de completar esa atmósfera de fantasía que nos transmite la canción.
Rosalía tampoco se quedó corta de vestuario en el videoclip de Con Altura, su segunda colaboración con J Balvin. Dirigido por Director X, es un video musical que puede considerarse un auténtico desfile de moda urbana en pleno vuelo. La catalana luce hasta siete looks diferentes y sus bailarinas también cambian constantemente de vestuario.
Asfixiantes monos de vinilo, crop tops de plumas, coleteros con pompones, taconazos y hasta deportivas, una estética de vestuario que nos recuerda a la época dorada de Britney Spears y, en general, a esa primera década del siglo XXI.
Y hablando de vestuario, es imposible dejar al margen a la mismísima Lady Gaga, una de las cantantes que más polémica ha generado por su estilo tan peculiar y único. Son innumerables los looks tan bizarros, excéntricos y espectaculares que ha llevado a lo largo de su carrera. En sus videoclips, desde luego, no iba a faltar el vestuario que tanto la caracteriza.
Aunque tiene numerosos vídeos destacables, creo que Bad Romance (2009), dirigido por el cineasta Francis Lawrence y con la propia cantante encargada de la parte artística, nos muestra a la perfección la excentricidad que caracterizó tanto a Lady Gaga en sus primeros años de carrera musical. Nombrado mejor vídeo musical del siglo XXI por Billboard, es imposible no recordar Bad Romance por su estilismo. Atuendos sadomasoquistas, antifaces de encaje, gafas adornadas con cuchillas de afeitar y una Gaga vestida por el que fue uno de los diseñadores más extravagantes de la historia de la moda: Alexander McQueen.
Los videoclips de Beyoncé, otra de las divas del pop, tampoco han dejado nunca indiferente a nadie. En el videoclip de su sencillo Spirit para el remake de Disney de El Rey León (2019), la artista aparece con hasta siete vestidos espectaculares y diferentes. Dirigido por Jake Nava, este vídeo musical nos transporta a África. Una de las escenas más increíbles de la producción y, desde luego, más comentadas, está protagonizada por Beyoncé y su hija Blue Ivy, donde la artista aparece con un vestido enorme lila y naranja de la colección Primavera-Verano 2019 de Alta Costura de Valentino. El resto de looks tampoco pasan desapercibidos y son de las firmas Shahar Avnet, Tongoro Studio, Déviant La Vie, Maison Alexandrine, Laurel DeWitt, Norma Kamali y Hyunmi Neilsen.
Ahora sí vamos a remontarnos en el tiempo hasta llegar a uno de los videoclips más importantes e icónicos de la carrera de la reina del pop: Madonna y su Vogue. Este videoclip de 1990 fue dirigido por el reconocido ahora como cineasta David Fincher. Esta producción en blanco y negro recrea la estética hollywoodiense de los años 30, 40 y 50. Además, supuso todo un homenaje a la comunidad queer, trans, negra y latina por sus coreografías inspiradas en el voguing, una forma estilizada y moderna de house dance que surgió en la década de los 80 y que evolucionó con la cultura ball de Harlem (Nueva York). Madonna con Vogue le dio a esta comunidad la visibilidad y el respaldo que merecían. Sin embargo, este videoclip lleno de glamour, moda y visibilidad no quedó exento de las críticas. En una de las escenas del vídeo podía verse el torso desnudo de la cantante a través de una blusa de encaje transparente. La MTV quiso recortar dicha escena, pero Madonna se negó totalmente.
Y de la reina pasamos al que será siempre indiscutiblemente el rey del pop: Michael Jackson. Su forma de vestir siempre fue única y muy particular, además de fiel a su personalidad. Sus videoclips, por tanto, llevan también ese sello de su estilo. Empecemos por el vídeo musical de su canción Thriller (1984), dirigido por John Landis. Tiene una estructura parecida a la de una película, lo que supuso el cambio del concepto de lo que se entendía hasta el momento como videoclip y la revolución, por tanto, de la industria musical. También lo fue, en cierto modo, para la moda, ¿quién no recuerda esa chaqueta roja que lucía el cantante en Thriller? De hecho, muchos asocian directamente la prenda al videoclip. Es difícil no imaginarse al cantante bailando junto al resto de zombies sin recordar ese look que tanto caracterizó el momento.
En el videoclip de Smooth Criminal (1988), Michael Jackson también nos dejó la huella de su estilo. Fue dirigido por Mark Klasfeld y en él vemos al cantante con un traje y sombrero fedora blancos a juego con una camisa azul. Un look con el que se pasea por un club secreto repleto de gangsters y que revoluciona con su baile. Es inolvidable la escena en la que Jackson se inclina en una posición de 45 grados hacia delante, desafiando a la gravedad.
Son muchos más los videoclips que a día de hoy se recuerdan sobre todo por su vestuario. Sucker, Tusa, Con Altura, Bad Romance, Spirit, Vogue, Thriller y Smooth Criminal son solo una pequeña parte de los vídeos musicales más icónicos del mundo de la moda. Ambas industrias continuarán dándonos motivos para creer que el mundo de la moda y el de los videoclips van de la mano.