Sophie Xeon: la pérdida trans de la cultura electrónica underground – Raúl Carillo

4.4 El videoarte y las artes. Contexto histórico y cultural del nacimiento del videoarte. Evolución: performance, teatro, videoclip

El 30 de enero de 2021, con tan solo 34 años, la productora musical SOPHIE fallecía en el Hospital General Universitario Attikon en Atenas, Grecia. Fruto de su pasión por los astros, la artista escocesa cayó accidentalmente desde la azotea de un edificio de tres pisos mientras intentaba tomar una fotografía de la luna llena. Su pérdida no se limita al mundo de la canción, sino que se extiende al activismo trans.

Sophie Xeon, conocida por su nombre artístico estilizado SOPHIE, supuso un nuevo comienzo en cuanto a producción, estilo creativo y lenguaje audiovisual musical. Pionera en los sonidos electrónicos y cofundadora honorífica del estilo musical PC Music junto a artistas como A.G. Cook, Arca o Sega Bodega, su peculiar estilo ayudó a muchas personas transgénero y no binarias a sentirse identificadas de alguna forma, por no hablar del impacto musical que supusieron sus innovadores sonidos electrónicos para todo el colectivo LGBT.

En este artículo, repasamos los videoclips con los que la artista escocesa dejó tras de sí un legado de creatividad, transgresión y vanguardismo en el panorama más alternativo del electropop.

It’s Okay To Cry
Primera aparición de Sophie Xeon. Fuente: YouTube

Primera aparición de Sophie Xeon. Fuente: YouTube

Primero el público definía este vídeo como una liberación de la productora hacia su imagen real. Y en cierta parte lo era: fue la primera vez que SOPHIE enseñó su rostro al mundo. Después de años en el anonimato, trabajando para grandes artistas como Madonna o Charli XCX y ocultando celosamente su identidad, decidió volcarse íntegramente en su primer —y único, lamentablemente— álbum propio e hizo este vídeo queriendo decir: “sí, soy una mujer trans y estoy orgullosa de ello”.

En el videoclip observamos a una SOPHIE bailando feliz, desnuda, sin vergüenza alguna, detrás de un fondo que va cambiando desde un cielo nublado hasta una noche estrellada. La catarsis del metraje llega casi al final de la canción, cuando el fondo insertado en postproducción y la productora explosionan en un conjunto de rayos, lluvia y felicidad pura, añadiéndole incluso un toque de sensualidad y de esa reivindicación femenina como es el pezón sin censura.

Todo el vídeo, de principio a fin, es una metáfora de su liberación como mujer trans. Sin embargo, después de su muerte, los fans coronaron la canción como “el mensaje que SOPHIE nos querría transmitir desde la otra vida”. Sus seguidores proclamaron el videoclip como “el lugar donde ella está sana, salva y feliz, donde nos dice que está bien llorar si lo necesitas”.

Faceshopping
Miniatura de Faceshopping, con el estilo surrealista que la caracterizaba. Fuente: YouTube

Miniatura de Faceshopping, con el estilo surrealista que la caracterizaba. Fuente: YouTube

Además del activismo trans, SOPHIE fue muy crítica con la belleza estética. En la canción anterior, la artista pronunciaba las palabras: “I think your inside is your best side”. A nivel personal, supongo que se referiría a los retoques estéticos relacionados con la presión social de siempre estar joven y guapa —o, de lo contrario, ya no estás de moda—, y no con la belleza puesta en práctica por uno o una mismo/a, ya que ella llegó a realizarse operaciones faciales.

Sea como fuere, el videoclip de Faceshopping es una explosión crítica hacia la belleza artificial, la aprobación juvenil de las redes sociales y la cirugía plástica en general. El vídeo no es apto para personas con problemas de epilepsia, pero el montaje es simplemente una obra maestra musical.

Es uno de los reflejos de videoclips/lyric videos que siguen el ritmo de la canción al mismo tiempo que el ritmo audiovisual avanza. Cada beat, cada estrofa, está acompañada por un golpe visual o, aunque sea, un flash de un microsegundo de duración.

Ponyboy
El estilo pintoresco y vanguardista de SOPHIE acompaña sus composiciones musicales. Fuente: YouTube

El estilo pintoresco y vanguardista de SOPHIE acompaña sus composiciones musicales. Fuente: YouTube

Ya sea directa o indirectamente, SOPHIE reivindicó con sus canciones la libertad sexual de las personas trans, y Ponyboy es una de esas piezas. La artista se viste, junto a otras dos bailarinas, como toda una diva adolescente. En el metraje vemos cómo la productora escocesa actúa a grito de: “mírame, yo también soy una chica sensual”, con una actitud descarada y segura de sí misma.

El videoclip, dirigido por ella misma y grabado como parte del Red Bull Music Academy Festival Los Angeles, está rodado como si fuera una actuación en directo, pero añadiéndole ese toque de realización audiovisual. El resto de elementos, como el escenario, la pantalla LED o la coreografía, son típicas de las performances. Como veíamos en Faceshopping, SOPHIE también introduce aquí la mezcla de ritmos audiovisuales y musicales, haciendo que cada beat sea un cambio de cámara o un efecto de terremoto.

Está claro que, después de su muerte, nada seguirá igual. No tendremos ese material reivindicativo y arriesgado que hacía ella. La estética underground hyperpop no será la misma. Sin embargo, una cosa sí está clara: su trayectoria musical y audiovisual fue, es y será un referente tanto para futuros productores musicales como para todo el colectivo trans.

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