La transexualidad en los medios: de ser la gran escondida al protagonismo – Miguel Antonio Herrero

1.3. La aplicación de la perspectiva de género a los medios audiovisuales

Estos últimos meses estamos asistiendo como sociedad a un profundo debate dentro del feminismo (entendido como “Movimiento que lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres”) sobre la Ley Trans que pretende sacar adelante el ministerio de Igualdad encabezado por Irene Montero. Es un texto muy demandado por parte de este colectivo desde hace años donde se hace efectiva la autodeterminación de género. Un texto que además de polémico según estudiosos del género está muy bien trabajado y muy bien documentado tomando como referentes otras leyes similares y demás.1m

Pero… ¿Cuál es el debate entonces?

Comencemos con la raíz de todo, diferenciemos entre sexo y género. El sexo es el conjunto de las peculiaridades que caracterizan los individuos de una especie dividiéndolos en masculinos y femeninos, que vendría a ser la parte más “biológica” por así decirlo y más ligada al aparato reproductivo. Cabe destacar que también existe un “tercer sexo” que sería la intersexualidad (La I de LGTBI), que es un concepto del que se habla bastante poco y tal vez debería de tener más visibilidad.

Y por otro lado existe el género, que supuestamente es el constructo social, lo que Simone de Beauvoir definía como “Mujer no se nace, se hace”. Pero también cuenta con su parte biológica, y es que en el año 2018, la Society for Reproductive Investigation, publicó los resultados de una investigación donde se demostraban que existe una parte genética involucrada en el desarrollo de la identidad sexual, que contribuyen al desarrollo neurológico y vías de las hormonas sexuales.

Con lo cual, la transexualidad no es un capricho, es una cuestión biológica, y existe una patología denominada disforia de género que avala esto.

En el año 2017 la plataforma conservadora Hazte Oír lanzó el denominado “bus de la libertad” cuyo eslogan era “Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva. Si naces hombre, eres hombre, si naces mujer, eres mujer”, y ello desencadenó en algo que era muy necesario: la relevancia de las personas trans. Hasta entonces eran personas que existían pero no tenían mucha relevancia a nivel social ni se hablaba de ello. Así que en cierto modo, eso se lo tenemos que agradecer a esta organización.

Pero como he dicho más arriba, el género, también tiene su parte biológica, así que no, sin naces niño, no tienes por qué ser hombre. Todo ello ha desencadenado la relevancia de las personas trans y su posible victoria con la futura Ley Trans.

A día de hoy una persona que quiera cambiar de género en el registro civil tiene que ser diagnosticada con Disforia de Género y cumplir con unos porcentajes de hormonación para ello. Claro, este proceso, sumamente burocrático puede tardar años y la Ley Trans busca acabar con ello, permitiendo la autodeterminación del género con tan solo ir al registro civil a solicitar el cambio de género en el DNI.

Sin duda una gran noticia para el colectivo trans, pero polémica para algunos sectores del feminismo, especialmente para las TERF (cuyas siglas en castellano son “Feministas Trans Excluyentes”), mujeres que excluyen de la lucha feminista a las mujeres trans porque no las consideran mujeres. Si, feministas que consideran que las mujeres trans no son mujeres, en fin la hipocresía.

manifestacion-del-colectivo-transLa cosa es, ¿qué determina que seas hombre o que seas mujer? Y es más ¿Para qué catalogarnos en géneros si precisamente lo que buscamos es que seas hombre, mujer o no binario puedes ser como te de la gana, vivir como te de la gana sin miedo a nada? Quizás para eso, es cierto que queda mucho, pero el objetivo debe ser claro.

Pero de todas formas, gracias TERFS, gracias Irene Montero, gracias Hazte Oír, porque gracias a vosotros, para bien o para mal, por fin están saliendo a la luz la voz de las personas trans que por desgracia es un colectivo muy machacado a nivel mundial que aún queda para su completa integración en la sociedad.      Gracias a vosotras por fin el colectivo trans ocupa parte de la agenda mediática en los últimos años y cada vez más se les normaliza y se les da visibilidad, pese a intentos de la década de los 2000 como en Aquí No Hay Quien Viva.

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