El papel de la mujer durante el franquismo – Ana Rodríguez

2.3 La televisión en España durante la dictadura

Durante gran parte de la historia, la función reservada para el sexo femenino era la de estar en casa, cuidando de sus hijos y dándole todo tipo de necesidades a su marido, capaz de cubrir todos los menesteres de su hogar sin protestar. Cuando se impuso la dictadura española se suprimió en las escuelas la educación mixta, impartiéndose un plan especial para las niñas con el objetivo de que fueran buenas madres y esposas.

Con la llegada de la televisión a España en 1956, cuando la mujer aún era tratada despectivamente, poco a poco fueron apareciendo rostros femeninos, junto con los primeros programas especializados en mujeres en televisión. Aunque fue una minoría que estuvo en desventaja durante toda la dictadura. Con la muerte de Franco, se abre un espiral de libertad y de cambio de mentalidad en el pueblo español. La llegada del “Destape” ayudó a cambiar el papel de la mujer de antaño, para llevar a la normalidad los desnudos de estas frente a las cámaras.

Cuando el medio de comunicación más utilizado en la actualidad comenzó en nuestro país, Laura Valenzuela ya estaba dando sus primeros coletazos en la pequeña pantalla, convirtiéndose así en la primera locutora de TVE. En una primera etapa experimental. En 1957 se estrena Entre nosotras, el primer programa dedicado exclusivamente a un público femenino. El espacio, de media hora de duración, era presentado por Laura Valenzuela y contó con la colaboración de otra pionera en televisión: Blanca Álvarez. Su primera función en TVE fue la de “señorita rótulo” anunciando un programa llamado Dios en tu casa, para acabar siendo una de las primeras mujeres directivas de la empresa en 1970, asumiendo el cargo de jefa de Departamento de Programas Infantiles de la cadena.

En 1958 seguían apareciendo con cuentagotas mujeres en televisión. Otro clásico de nuestro país como Concha Velasco debutaba con El bosque petrificado. Mientras que María Fernanda se convertía en la primera mujer en interpretar un papel masculino en la obra de Charles Dickens Oliver Twist.

A lo largo de los sesenta se crearon programas dirigidos a un público femenino como Estilo, presentado por Maruja Fernández, o Reina por un día, en el que se elegía a una mujer del público para convertirla en “Cenicienta”. Además, la austriaca Herta Frankil llegaba a España para dirigir Tiovivo, un espacio dirigido a los más pequeños en el que destacaba el uso de marionetas.

Tras años en los que el número de mujeres en televisión era escaso, a partir del cambio de década comienza a notarse una presencia femenina cada vez mayor en TVE. Pilar Miró y Josefina Molina adoptan un papel fundamental como realizadoras de programas dramáticos. Mientras que Elena Martí sustituye a Manuel Martín Ferrand en Veinticuatro horas, convirtiéndose así en la primera presentadora de un programa de informativos.

El año de la aparición de uno de los rostros más conocidos en la televisión de la época fue 1971, Rosa María Mateo presentó en la segunda cadena “Buenas tardes”. “Una mujer de casa” de Elvira Quintillá generó muchas críticas entre las amas de casa españolas, ya que no se veían reflejadas en el programa. Ya en 1972 comienza a darse un cambio de mentalidad en la sociedad española de los setenta. El popular concurso Un, dos, tres… responde otra vez estaba animado por unas azafatas con minifaldas que alcanzaron la fama, hasta el punto de convertirse el programa en un trampolín en el mundo del cine o del teatro para muchas de ellas.

Tras la muerte de Franco se inicia una nueva etapa de incertidumbre y esperanza en nuestro país. La sociedad asumió, algunos a un ritmo mucho más lento, que España había cambiado por completo. Comenzaba así, en la primavera de 1976, el fenómeno conocido como el “Destape”, un cambio social que causó furor y que modificó el cine, la prensa y la televisión. La censura franquista había llegado a su fin y como consecuencia comienzan a aparecer en revistas, películas y espacios televisivos desnudos integrales de actrices y solo en algunos casos, de actores. Sin embargo, aquel exceso de curvas no era del agrado de toda la población, acostumbrada a 40 años de puro nacional-catolicismo.

TVE adquirió un rol clave en la lucha por las libertades de la mujer. Los defensores de la igualdad entre géneros encontraron en el medio la dosis de apoyo necesario para alcanzar su objetivo. Incluso antes de la Transición Democrática, que permitió una mayor libertad de expresión, se pudo observar un movimiento por parte de la cadena televisiva. Televisión Española ayudó a moldear la nueva cultura, política y sociedad que se avecinaba. El lenguaje y estilo de algunos programas fomentaron la democracia a través de un clima de diálogo y tolerancia, una nueva situación que tenía como pilar fundamental la igualdad entre hombres y mujeres. Los nuevos espacios de TVE ayudaron a modificar los estereotipos tradicionales que se tenían sobre la mujer durante el Franquismo para abrir una nueva corriente de pensamiento.

Aunque TVE puso todo su empeño en equiparar las condiciones sociales de ambos géneros, fueron muchos los mensajes y opiniones de personas que añoraban el régimen de Franco y que defendían el papel familiar tradicional, chocando viejos y nuevos tiempos. Prueba de ello son los espacios de TVE como el debate Igualdad entre hombres y mujeres o la serie dedicada a féminas históricas Mujeres insólitas.

Pero si hay un programa que adquirió un papel fundamental en la lucha por la libertad de la mujer es Informe Semanal, de Rosa María Mateo. Desde que se conmemorara en 1976 el Año Internacional de la Mujer, la periodista castellanoleonesa, junto con su compañera Carmen Sarmiento, presentó varios reportajes didácticos, algunos incluso iban un paso por delante de las nuevas leyes demócratas, como el reportaje del divorcio y la crisis del matrimonio.

En definitiva, a través de un elevado número de documentales informativos, programas y demás espacios de entretenimiento, Televisión Española quiso denunciar las desigualdades sufridas por la mujer de los años setenta en todos los ámbitos sociales, como en la familia, en el empleo o en la educación.

Aunque no fuese muy usual en la época, poco a poco la televisión ha avanzado en este aspecto y ha dejado ver que las mujeres podemos aparecer en la tele y tener altos cargos en estas empresas y que estamos preparadas para ello, sin embargo, no la mentalidad de todo el mundo ha cambiado y algunos siguen pensando a “la antigua” y infravaloran el trabajo de la mujer y la sexualizan de tal forma que solo ven la tele cuando salen “tías buenas” y este tipo de pensamiento hay que erradicarlos.

Para hacer esta entrada me he basado en las siguientes páginas web:

https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/64515/TFG%20DEFINITIVO.pdf

https://mundoria.wordpress.com/la-tv-en-el-franquismo/

https://elestado.net/2017/10/12/television-cultural-espana-franquista/

Dialnet-LaTelevisionFranquistaDePapel19481966-3313008%20(1).pdf

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