4.3. El documental. Tipos de documentales. El documental como documento cultural
Fyre Media lanzó en 2017 una aplicación diseñada para que cualquiera -con poder adquisitivo, claro- pudiese contratar a los celebrities más conocidos del momento para sus eventos privados. La campaña publicitaria de este proyecto se basó en un festival musical de lujo, Fyre Festival, donde sus asistentes podrían “vivir la Experiencia Escobar” durante tres días en una isla paradisiaca de Las Bahamas. Supermodelos, influencers, instagrammers, cantantes…Famosos en general, todos reunidos en una isla para disfrutar de grupos de música de primera línea, alojamientos lujosos, actividades exclusivas, fiestas, alcohol y hasta una búsqueda del tesoro. Cualquiera hubiese deseado estar allí, pero no todo resultó ser lo que la compañía ofreció a su público en su primer (y único) vídeo promocional.
https://www.youtube.com/watch?v=mz5kY3RsmKo&ab_channel=FyreFestival
Vídeo Promocional del Fyre Festival (Fuente: Youtube Fyre Festival)
Fyre Festival, en definitiva, fue una estafa con todas las letras. Dos años después de lo sucedido, la plataforma de streaming Netflix no dudó en producir un documental sobre el escándalo sucedido en la isla Gran Exhuma de las Bahamas. FYRE: The Greatest Party That Never Happened (2019), está dirigido por Chris Smith, un cineasta que ha realizado otras producciones documentales como The Pool (2007) o The Disappearance of Madeleine McCann (2019).
Chris Smith y Netflix han construido este documental en base a los testimonios de una gran pequeña parte de toda la gente que formó parte de esta estafa. Colaboradores de todo tipo de Fyre Media, extrabajadores, inversores, socios, jóvenes que creyeron que iban a asistir al mayor festival del siglo… Todo lo que Billy McFarland, fundador de Fyre Media y principal organizador del festival, consiguió reunir hasta acabar consigo mismo a base de mentiras y “publicidad engañosa”.
Esta gran variedad de testimonios son el eje principal del documental, ellos son quienes recrean la historia del Fyre Festival desde su creación. Billy McFarland tuvo a su alcance a los mejores en redes sociales, publicidad… Juntó a un buen equipo que en todo momento fue fiel a él y a su proyecto, tratando de resolver los baches constantemente, hasta incluso el mismo día del caos.
El documental muestra vídeos archivos de entrevistas que Billy y Ja Rule, socio y cofundador del proyecto, ofrecieron a los medios durante la fase de preproducción del proyecto. Prometían un evento único que los testigos del documental aseguran que estaba basado en mentiras desde el principio.
La isla privada que decían haber comprado se encontraba en mitad de la nada y no contaba con las infraestructuras necesarias para albergar un evento de tal calibre. Las entradas salieron a la venta cuando absolutamente nada estaba preparado ni calculado, tan solo era una idea soñadora de sus creadores. Pese a ello y porque los futuros asistentes no contaban con tal información, en tan solo 48 horas el 95% de las entradas del festival fueron vendidas, unas entradas que llegaban a alcanzar los 220.000 dólares. Esto se debió a su primer y único spot publicitario que contaba con modelos de la talla de Bella Hadid, Elsa Hosk, Hailey Baldwin o Emily Ratajkowski. El mundo influencer y simples publicaciones en las redes sociales ayudaron a crear el monstruo de Fyre Festival.
En el intento de construir las infraestructuras necesarias, contrataron a residentes de la isla donde se celebraría finalmente el evento: Gran Exhuma. Uno de los testimonios que trabajó para el equipo en la isla asegura en el documental que cada día necesitaban contratar a más y más personas, hasta el punto de contar con gente que no tenía todos los conocimientos necesarios.
Un proceso a contrarreloj que hasta sus propios integrantes no veían ningún futuro. Marc Weinstein, asesor de festivales contratado por Fyre Media, asegura en la entrevista para el documental que intentó convencer a McFarland de cancelar el festival porque sabía que nada de lo que prometían a sus asistentes iba a ser una realidad. Lo intentó hasta el último momento, pero el fundador creía fielmente en que el festival sería un éxito.
Como era de esperar, no fue así. Llegó el día del festival y sus asistentes fueron descubriendo poco a poco la verdad sobre el Fyre Festival. No viajaron en un jet privado hasta Las Bahamas como les prometieron al comprar sus entradas, sino en un avión normal y corriente. Una influencer, asegura en un videoblog que aparece en el documental que era incluso “peor que ir en clase turista”.
Los testimonios narran cómo el caos fue adueñándose del festival incluso sin sus asistentes en tierra todavía. Una de las declaraciones más impactantes que aparecen en el documental, es la de Andy King, encargado principal de planear el evento. Asegura que tuvo que contratar un catering en el último momento y que le pidieron que se “sacrificara” por todo el equipo para conseguir que las autoridades liberaran el suministro de botellas de agua que habían pedido y que se encontraba en aduanas. El sacrificio consistía en practicarle sexo oral al jefe de aduanas. “Llegué a su oficina completamente preparado para hacerlo”, confiesa, pero por suerte las autoridades liberaron el agua antes de que lo hiciera.
Cuando los asistentes llegaron a Gran Exhuma, poco tardaron en ser conscientes de la estafa por la que habían pagado grandes cantidades de dinero. El caos acabó de apoderarse del Fyre Festival.
Mientras tanto, las redes sociales ardían. Los asistentes publicaban fotografías y vídeos a tiempo real de la desorganización del evento y otros aprovecharon para reírse de la tragedia que estaban viendo los ricos.
Finalmente, el equipo publicó el comunicado sobre la cancelación del festival. Construyeron un evento musical a base de mentiras que acabaron saliendo a la luz. Las críticas, desde luego, fueron infinitas y muchos se vieron obligados a pedir perdón. Las demandas al festival y a su organización tampoco fueron pocas.
Billy McFarland fue arrestado y liberado bajo fianza. Sin embargo, en el documental nos muestran cómo en esas circunstancias aún continuó con su intento de estafar a la gente meses después, a través de los correos electrónicos de los que compraron entradas del festival. Al final, se le declaró culpable de numerosas estafas y fue condenado a seis años de prisión en 2018.
Fyre Festival supuso pérdidas millonarias para todo su equipo y para los habitantes de la isla. Maryann Role, propietaria de un bar de la isla y una de las miles de personas afectadas, asegura en el documental que tuvo que utilizar todos sus ahorros para pagar al resto de sus trabajadores. “Ellos me hicieron mucho, mucho, daño. Siento mucho dolor por aquello. Simplemente lo dejo porque me hace mucho daño hablar sobre ello, así que simplemente lo ignoro”, esta confesión cautivó a la audiencia de Netflix hasta el punto de recaudar el dinero suficiente para devolverle todo lo que Billy McFarland le arrebató.
Las redes sociales pueden llegar a ser una gran fuente de mentiras. Fyre Festival cautivó al mundo gracias a ellas. Un simple vídeo promocional e irreal fue suficiente para hacer creer a todos que sería el próximo Woodstock. Un evento creado solo con el propósito de conseguir seguidores que acabó por convertirse en una película de terror a tiempo real para sus asistentes. Netflix y Chris Smith con FYRE: The Greatest Party That Never Happened nos ayudan a recrear cronológicamente todo lo que supuso este festival y, sin duda, nos hacen empatizar con todas esas personas que lo dieron todo por el proyecto con la esperanza de que fuese algo histórico. Sin embargo, Fyre Festival solo consiguió coronarse como el peor festival de la historia.