1: Historia y evolución de los medios audiovisuales
Las plataformas de streaming han llegado para quedarse. Actualmente, consumir cualquier producto audiovisual es tan fácil como encender la televisión, pulsar un botón y elegir la serie, película o programa que queramos. El boom de estas plataformas va a más con el paso de los años, y son cada vez más las personas que tienen una o varias suscripciones a estos servicios.
Recordemos como eran las cosas antes de la llegada del streaming. Un usuario que quería ver algo tenía varias opciones: primero, estar atento a la programación televisiva; segundo, comprar o alquilar el producto; y tercero, descargar o visionar en páginas piratas (esto con la llegada de internet). En cualquier caso, suponía una clara limitación.
Las plataformas de streaming han abierto a los espectadores nuevas posibilidades a la hora de consumir ciertos productos. Al mismo tiempo, se ha creado un nuevo modelo de negocio: el Streaming Video on Demand (SVOD). De este modo, plataformas como Netflix, HBO o Prime Video distribuyen, a cambio de una suscripción, cualquier contenido por sus aplicaciones.
Actualmente, en la gran mayoría de casas de España hay activada al menos una plataforma. Para un usuario medio, la comodidad de poner una película o una serie en menos de un minuto es muy alta. A cambio de una cantidad casi irrisoria, estas plataformas ofrecen centenares de series, películas, documentales o cualquier otro contenido audiovisual.
Por ejemplo, en Netflix, con la suscripción más básica (7,99€ al mes), se puede acceder a alrededor de 5.000 títulos (las cifras varían constantemente). Una cantidad que, si la sumas a las de Prime Video o HBO, da una cifra altísima e incluso empieza otro debate: la sobreexposición de contenidos.
En definitiva, el boom de las plataformas de streaming ha beneficiado, primero a los accionistas de ellas, y segundo, a los usuarios, que tienen acceso a una gran cantidad de productos audiovisuales a golpe de mando. Asimismo, también existe el live streaming, el cual tiene como su mayor exponente Twitch. Esta plataforma tiene algo muy importante: retiene a la audiencia más joven. De esta manera, a las ya mencionadas Netflix o HBO se le suma otra plataforma muy diferente, la cual no requiere suscripción para consumirla y que se basa en otro modelo de negocio.
Por lo tanto, en esta ecuación (si se puede llamar así), hemos dejado de lado una variable que antes lideraba y que ahora sufre por retener a la audiencia: la televisión.
El medio más tradicional y clásico hace frente a varios enemigos (que también compiten entre sí) que le han quitado miles y millones de espectadores. Según varios estudios, la media de los consumidores de televisión es mayor de 50 años. Evidentemente, a partir de esta edad, los hombres y mujeres están menos familiarizados con las nuevas tecnologías, por lo que este dato es muy alentador y quiere decir algo muy importante: los jóvenes consumen menos televisión. Por supuesto, también crece el número de mayores de 50 que consumen plataformas de streaming.
¿Está la televisión acabada? Es imposible saberlo sin realizar un exhaustivo y detallado estudio, pero es cierto que las principales cadenas de televisión se están adaptando. Se puede ver en el caso de Atresmedia (Antena 3 y Lasexta), quien posee Atresplayer, un servicio SVOD con el que intentan hacerle frente a la competencia. Pese a que las cifras de audiencia son muy inferiores, tienen algo que plataformas como Netflix o HBO no tienen: la posibilidad de aprovechar el contenido que emiten por televisión. De este modo, un usuario que por cualquier motivo se pierde un capítulo de una serie producida por Atresmedia, podrá meterse en su plataforma de streaming para visionarlo.
En el caso de Mediaset, tienen la plataforma Mitele, en el que hay contenido de sus canales de televisión. Incluso RTVE posee su propia aplicación: RTVE Play.
Resulta curioso que muchos de estos servicios sean anunciados como “a la carta”, un término algo anticuado y que deja claro que se dirigen a un público menos familiarizado con la tecnología y los extranjerismos. Nuevamente, no hay datos exactos sobre el número de usuarios en estas plataformas.
En definitiva, las plataformas de streaming han llegado y no tiene pinta de que se irán a corto plazo. Incluso parece que pueden destronar al cine como lugar habitual de los estrenos de películas. Por supuesto, el coronavirus también ha influido en su expansión a nivel mundial, ya que el confinamiento ha hecho que las personas hayan permanecido en sus casas durante muchas horas.
El streaming no es un boom, ya es una realidad.