Estabilidad en una relación a golpe de emoji – Teresa Ferrández

5.3. Nuevos medios de comunicación

Las redes sociales están integradas en nuestro día a día, conviven con nosotros y ya forman parte de nuestra vida. Abrir Twitter al despertarse se ha convertido en el periódico de cada mañana y subir una foto a Instagram ya es rutina. Este es un cambio que ya se ha implantado para siempre y que solo hará que aumentar y evolucionar.

Imagen extraída de Estalkear.com

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Pero hoy me gustaría centrarme en una red social cuyo objetivo se ha desviado un poco de su objetivo inicial; Instagram. La aplicación, basada en subir fotos, se ha convertido en un aparato perfecto para hacer una tesis social. Sus utilidades a la hora de hacer fotos con sus acciones complementarias: comentarios, likes, stories, etiquetas… han desembocado en la posibilidad de saber el estado de ánimo del usuario que publica su contenido.

A día de hoy, podemos intuir, incluso se afirma, la ruptura de una pareja. Estas conclusiones se deben a la disminución de comentarios positivos en una foto, los likes o dejar de publicar fotos con la pareja. De esta forma, los usuarios pueden dar por finalizada una relación de dos personas que, quizás, ni si quiera conocen, dando por sabido el contexto y la historia de una relación. Curioso, ¿verdad?

Pero no solo en el terreno romántico, en las relaciones de amistad también ocurre. “Ya no subes fotos con Elena, ¿es que os ha pasado algo?”, me sorprende como hemos asimilado y, de una forma u otra, nos ha entrado en la cabeza la idea de que publicar fotos con una persona es un acto de estabilidad en la relación y, por el contrario, la ausencia de éstas, supone un problema, un deterioro de la amistad, por ejemplo.

Según la revista digital mujerhoy.com “un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores en la Universidad de Norhwester, Winsconsin, Harverford y Toronto cuenta que son las parejas inseguras las que más contenido suben a redes sociales, como si las fotos o los vídeos, pudieran hacer su relación más fuerte”.

Imagen extraída de Elporvenirclm.com

Imagen extraída de Elporvenirclm.com

Y ahí está el objetivo al que quería llegar, buscamos las redes sociales y sobre todo Instagram para afianzar nuestras relaciones, queremos siempre aparentar que todo está bien para que el usuario que nos ve no piense que somos débiles. Y por esta razón, buscamos una y otra vez la aceptación y el querer mostrar que todo es perfecto.

Por un lado, soy de las personas partidarias de subir contenido a redes sociales, es una buena forma de mostrar recuerdos y, por qué no, enseñar al mundo que te lo estás pasando bien. Pero, sin embargo, hay que llevar mucho cuidado y ser consciente de lo que publicas en Internet.

Cuando se distorsiona la ficción de la realidad, es cuando hay un problema, no hay por qué mentir ya que se puede convertir en una obsesión de la que no podrás salir.

Esto también puede tener consecuencias negativas para los espectadores que ven el contenido. Desde el punto de vista del usuario que consume Instagram, puede suponer un problema relacionado con la constante comparación de la persona. Buscamos ser felices comparándonos con los demás y ni si quiera sabemos si ellos lo son.

Por eso mismo no nos pongamos límites y saquemos siempre lo bueno y, en el caso de redes sociales e Instagram, subamos las fotos que nos apetezcan cuando nos apetezca, pero siempre analizando el por qué de cada acción.

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