3.1. Historia y evolución de la radio
En un humedal de florida, Bob escucha un partido béisbol mientras destila alcohol casero. Disfruta de la tarde y espera que su equipo gane el partido. La recta final de la contienda estalla y en la jugada maestra la retrasmisión se corta. “¡Atención! 3-8-9-5-9-0-4-4-7-3…” dice una voz femenina. Un escalofrío recorre a Bob. Aunque no entiende lo que acaba de escuchar, reconoce que es un acento latino.
Bob se apresura a su casa y coge el teléfono fijo de la cocina. No le creyeron cuando dijo que el hombre no había llegado a la luna. Tampoco con el tema del veneno de los pesticidas. No le creyeron a él, un americano “que se aferra a Dios y a su pistola”. Pero ahora… ahora tenía pruebas.
Las emisoras de números son un vestigio de la guerra fría. ¡Atención! Fue una emisora de números, presuntamente cubana, hasta 2012. Y es “supuestamente” porque la emisión y la recepción son temas difíciles de triangular.
A día de hoy sabemos que las señales de Atención y Radio Habana Cuba solían entremezclarse (frecuencia 17480kHz). Si sumamos que esta última es propiedad del gobierno y que las triangulaciones dan a la isla podemos unir cabos. En el año 2000 los Estados Unidos declararon que la emisión, efectivamente, era cubana.
El funcionamiento de estas transmisiones estaba caracterizado por: esperar a que diera la hora en punto o a y media; por una voz femenina que narrara una serie de números; por la radio difusión mediante onda corta y por un único sentido en la comunicación.
Aunque cualquiera pueda escuchar una transmisión descifrarlo es más difícil. Por norma general el encriptado depende o de una libreta de un solo uso o de un objeto externo a los propios espías, como un libro o un periódico. Así pues, los primeros números de la grabación podían hacer referencia a una página, el siguiente al párrafo, el siguiente a la línea, y, por último, a una palabra concreta. Un sistema del que, si no conoces el patrón, no puedes hacer nada.
Volviendo a Atención. En 1998 se utilizó a la emisora como prueba en la Corte Federal de los Estados Unidos de América durante el juicio por espionaje hacia cinco espías cubanos. Los “presuntos espías” tenían la costumbre de anotar los números emitidos por Atención en un ordenador portátil que hacia las veces de decodificador. Y ahí estuvo el fallo. El FBI clonó el programa del ordenador y lo utilizó para descifrar los mensajes.
Usaron varios mensajes como prueba en el juicio. “Bajo ninguna circunstancia deben German ni Castor volar con BTTR u otra organización en los días 24,25,26 y 27”. En la práctica BTTR era la organización anticastrista Hermanos al Rescate. El 24 de febrero de 1996 dos de sus aviones fueron derribados por la Fuerza Aérea Revolucionaria Cubana. Los espías pasaron 13 años una cárcel estadounidense, hasta que fueron liberados en un intercambio de prisioneros.
La antigua Atención desapareció y en su lugar surgió HM01 otra estación de onda corta, presuntamente dirigida por el gobierno cubano. Aunque a partir de 2015 el gobierno cubano y el estadounidense abrieron embajadas en sendos países el espionaje se mantiene
Amigos o enemigos, los espías van a hacer lo suyo sin importar las hostilidades políticas. Si no, que le pregunten a Merkel. En Reino Unido, el departamento de Industria y Comercio afirmó en referencia a las estaciones de números: “Son lo que ustedes creen que son. La gente no debería desconcertarse con ellas. No son, digamos, para uso público”
Nos plantea esto también una pregunta. ¿Por qué seguir usando un método tan arcaico como la radio en el siglo XXI?
Es sencillo, con solo una radio el espía se vuelve imposible de localizar. Si algo habrán aprendido los espías cubanos es que los ordenadores dejan rastro, pero las libretas, a las malas, te las puedes comer.
Un mundo más raro todavía es el de los radioaficionados que se dedican a buscar y archivas estos mensajes encriptados. Nos encontramos con el proyecto priyom. En sus propias palabras “Priyom es una organización internacional cuya intención es investigar y arrojar luz sobre los misteriosos usos en inteligencia de señales de onda corta”.
En su web archivan automáticamente todas las emisiones diarias conocidas y las categorizan según su localización, la voz, la codificación del audio y el idioma. Si la transmisión es en ingles las emisoras se engloban con la letra E, si es en alemán con la G, si es lenguas eslavas con la S. Para otras lenguas con la V. Para el morse la M. Con la X engloban las emisiones que no son de números, y con la T engloban las emisiones en idiomas desconocidos.
Aunque es un ejercicio inútil por no tener la llave de descodificación, la comunidad de radioaficionados se extiende por todo el mundo.