4.4. El videoarte y las artes. Contexto histórico y cultural del nacimiento del videoarte. Evolución: performance, teatro, videoclip
Cada vez son más los artistas que utilizan sus videoclips no solo para promocionar su música, sino para dar un sentido, una historia -aunque solo sea visual- a sus canciones. El último álbum de Harry Styles, Fine Line (2019), fue publicado el pasado 13 de diciembre de 2019 y desde entonces, el artista ha sacado a la luz hasta seis diferentes videoclips de canciones que componen el álbum. Aunque en una primera visualización puede parecer que no existe una clara relación entre ellos, al analizarlos se encuentran conexiones y, además, una historia que une todos los videoclips del segundo álbum en solitario del artista.
Antes de siquiera dar el pistoletazo de salida de su segundo álbum, el ex – miembro de One Direction publicó Lights Up como primer sencillo de Fine Line. Esta canción inauguró una nueva era para el cantante y su videoclip, dirigido por Vincent Haycock, da comienzo al hilo argumental de la historia. Se trata de una canción que habla sobre mirar al futuro, avanzar y la identidad de uno mismo.
El videoclip, rodado en la ciudad de México, nos muestra a un Harry Styles en una vida de desenfreno. Con una estética oscura y fría, el cantante aparece rodeado de hombres y mujeres, disfrutando de su libertad. La canción repite en numerosas ocasiones: “Do you know who you are?” La historia, entonces, empieza con esta pregunta. En mitad de esa vida de desenfreno, ¿el artista realmente sabes quién es?
La siguiente canción en seguir la historia es Adore You. El videoclip, dirigido por Dave Meyers, ha sido nominado en la categoría de Mejor Vídeo Musical en los premios Grammy de 2021. Es probablemente el más especial y el más extenso de todos, con 7:44 minutos de duración. Además, cuenta con la colaboración de Rosalía. La española pone voz a la narración del vídeo y a la historia de un niño que tiene poderes mágicos. El niño, interpretado por Harry Styles, vive en una isla llamada Eroda (anagrama de ‘Adore’) donde sus habitantes se ven incomodados por su deslumbrante sonrisa. A punto de escapar, el niño encuentra un pez que le devuelve la felicidad.
Siguiendo la estética fría y oscura del anterior videoclip, vemos a un Harry Styles vacío a raíz del desenfreno de su vida anterior (Lights Up). Sin embargo, encuentra una pequeña esperanza en ese pez que le devuelve la felicidad. Al final de la historia del videoclip, vemos cómo se despide del animal y que, a raíz de ello, vuelven los rayos de sol a la isla. Muchas veces tenemos que dejar atrás ciertos aspectos de nuestra vida para iniciar una nueva etapa y esto es lo que nos enseña Adore You. En el último plano, Styles emprende un viaje por el océano. ¿Podrá por fin encontrar su nuevo camino?
El viaje de encontrar nuestra propia identidad nunca resulta fácil y esto nos lo demuestra el siguiente sencillo del álbum: Falling. Una canción que transmite el sentimiento de perder un amor y que habla de los errores en las relaciones. Esta balada es una de las más conmovedoras del disco y su videoclip está dirigido por uno de los anteriores directores: Dave Meyers.
Un videoclip sencillo, pero en la línea de la temática de la canción. Harry Styles aparece tocando un piano de cola y se presenta como un alma solitaria adicta a la bebida tras una ruptura amorosa. A medida que avanza la canción, el agua que rodea la sala aumenta su protagonismo hasta el punto de inundarla al completo, llevándose al cantante hasta el fondo. Ese ahogamiento representa la sensación de angustia y la desesperación al no encontrar el camino. El cantante, en una entrevista para Apple Music, aseguró que en el momento de componer esta canción sentía que estaba empezando a ser alguien que realmente no le gustaba ser. Falling, entonces, representa uno de esos baches de la vida en los que necesitas que alguien te ofrezca su mano para poder continuar hacia delante en la búsqueda de tu propio camino.
Quizás el cantante sí encontró ese apoyo ya que Watermelon Sugar pone fin a la estética oscura y fría de los tres primeros videoclips. Bradley & Pablo fueron el dúo de directores escogido para este cuarto videoclip con una estética mucho más cálida en un ambiente veraniego. El rodaje se llevó a cabo en una de las playas de Malibú y fue estrenado poco antes de empezar el verano de 2020.
Este videoclip, como Lights Up, está relacionado con el sexo. “This video is dedicated to touching” (este video está dedicado a tocarse), este es el rótulo que aparece al principio del vídeo y que da a entender que está dedicado a la masturbación. Pretende romper con el tabú existente todavía hacia la masturbación femenina y por eso el cantante aparece rodeado de mujeres divirtiéndose en la playa mientras comen sandía.
Más allá del sexo, también es un videoclip que está relacionado con cualquier tipo de tacto: besar, abrazar, bailar… Un Harry Styles que se muestra libre una vez más y que parece haber encontrado ese camino hacia la felicidad consigo mismo.
Con el penúltimo sencillo, Golden, el cantante reafirma haber encontrado esa felicidad. Una canción alegre que habla sobre eso mismo: la felicidad. Esta vez los hermanos Ben y Gaber Turner dirigen este videoclip rodado en las costas italianas de Amalfitana. Continúa con la estética veraniega y cálida de Watermelon Sugar, pero transmite más bien la sensación de la llegada del fin del verano.
Harry aparece en el videoclip disfrutando de los diferentes lugares que caracterizan el paraíso costero que es el pueblo italiano Amalfi. Mientras corre y baila en muchos de los planos, es un vídeo que transmite felicidad y libertad y que, además, da protagonismo una vez más al agua. A diferencia de Falling, esta vez el artista no se ahoga en el agua, sino que se atreve a sumergirse en ella sin ningún miedo. Además, aparece en muchas ocasiones observando el mar, lo que puede recordar a su vida en Adore You y la isla de Eroda. En definitiva, el cantante en Golden demuestra que ha logrado esa satisfacción consigo mismo, feliz finalmente con quién es y cómo es.
Cuando parecía que la historia había acabado, llegó el videoclip de Treat People With Kindness a principios de este pasado enero. Un final inesperado con la actriz y escritora británica Phoebe Waller-Bridge (Fleabag, BBC) como co-protagonista junto al cantante. El videoclip está dirigido de nuevo por Gabe y Ben Turner y, a diferencia del resto, es en blanco y negro. La actriz baila junto al cantante durante todo el videoclip en un número coreografiado similar a los que podemos ver en cualquier película de Hollywood. La estética, además, recuerda a la época de los años 30 y 40 y no solo por el uso del blanco y negro, sino también por el ambiente y el vestuario utilizados.
Muchas de las historias del cine acaban con una coreografía de este tipo y lo que el cantante ha querido transmitir con este final es, sin duda, el lema “Treat People With kindness” (trata a la gente con amabilidad). Una frase que el cantante ha repetido en numerosas ocasiones durante la promoción de su álbum.
Aunque Lights Up, Adore You, Falling, Watermelon Sugar, Golden y Treat People With Kindness tienen historias independientes, al fin y al cabo, están basadas en las composiciones del artista y es por eso por lo que pueden encontrarse conexiones argumentales. Los videoclips, en este sentido, ayudan a entender mejor las canciones y los álbumes. Permiten a los artistas expresarse más allá de sus letras, de una forma más visual, y abren la posibilidad de que los fans teoricen sobre ello. Fine Line de Harry Styles, sin duda, es un ejemplo del gran significado que pueden adquirir estos videos musicales más allá de lo promocional.
He escogido los videoclips de Fine Line (2019) para esta entrada porque considero que son bastante estéticos y, además, me parecía interesante analizar las conexiones que pueden tener todos los videoclips de una de las etapas de un artista. En una primera visualización es difícil ser consciente de los paralelismos que puedan existir entre ciertas piezas audiovisuales y teorizar sobre estas cosas, personalmente, es algo que me encanta.