5.3. Ciberespacio
¿Quién no se ha dejado alguna vez llevar por la magia de internet y acabado horas y horas mirando ropa, accesorios o cualquier otra cosa? Vale, me declaro culpable señoría. Internet tiene un poder enorme para hacer que tu tiempo vuele y, por si no fuera poco, que tu dinero también.
La adicción a las compras no es ninguna tontería, es algo que se encuentra a la orden del día y que requiere un tratamiento y un seguimiento exhaustivo. Pero ¿Qué significa que una persona sea compradora compulsiva? La adicción a las compras surge en el momento en el que comprar pasa a ser una necesidad dejando atrás que sea una actividad lúdica o la solución a alguna carencia. La mayoría de los casos de esta adicción ocurre con productos innecesarios o relacionados con la moda.
La conocida como compra compulsiva u oniomanía se trata de una adicción que hace al sujeto comprar por el hecho de comprar, sin ser capaz de poder controlar sus impulsos. La adicción a las compras online ha aumentado durante este año 2020-2021, debido al confinamiento y al miedo de las personas por salir a la calle o acudir a los centros comerciales.
Como podemos observar en este estudio publicado por el Economista, casi la mitad de la población realizaba compras online antes del confinamiento y continuará consumiendo de esta forma. Sin embargo, el 28% de la población, antes del confinamiento compraba en tienda física, pero ahora comprará de forma online. Estos datos son muy representativos y adquieren gran importancia cuando pasamos a hablar de la adicción compulsiva a las compras.
Esta importancia se debe a que con las compras online todo es mucho más fácil, no tienes que ir a probadores ni hacer colas eternas, con un solo clic has realizado la compra que deseas de forma sencilla y sin tener que desplazarte.
Pero, ¿Qué consecuencias tiene esto? Las compras online en algunos casos pueden ser incluso voluntarias, las ofertas y la comparación de precios pasan a segundos plano, buscamos la talla adecuada y la disponibilidad en tienda para “añadir al carrito”.
El control de las adicciones
La parte más evolucionada del cerebro es la corteza prefrontal y sabe a nivel cognitivo que se debe dejar de comprar, durante un periodo, esta zona cerebral es útil para no alimentar el hábito de comprar innecesariamente, sin embargo, esto es a muy corto plazo.
Por desgracia, esta parte más sensata del cerebro es la primera en desactivarse cuando nos estresamos. Por lo que, deja de sernos útil y por este motivo, no podemos evitar entrar en estos actos contraproducentes, aunque sepamos conscientemente lo que estamos haciendo. En resumen, la corteza prefrontal es la que activa el control cognitivo, pero se desactiva con la ansiedad.
La cuestión de esto es que, con el paso del tiempo, vas aprendiendo a que cuando te encuentras mal y compras se te pasa el malestar y comienzas a sentirte mejor. El estrés desaparece y comienza a aparecer un hábito rutinario que te evade de los problemas: Comienza un círculo vicioso en el que existe un detonante (malestar), realizas un comportamiento (compra online), y llega la recompensa (el pedido).
¿Qué existe detrás de la adicción a las compras online?
Este comportamiento compulsivo puede acabar en un trastorno psicopatológico. Para saber si estamos dentro de esta enfermedad se debe analizar y determinar la frecuencia, la intensidad, la persistencia, el grado de generalización de las situaciones y el malestar emocional en la vida laboral y personal.
Muchos estudios realizados han demostrado que una conducta adictiva está vinculada con la baja autoestima, ya que la persona se siente mejor a través de la posesión de bienes y del refuerzo a si mismo.
¿Cuál es la solución a esto?
Muchos especialistas aconsejan que, en lugar de luchar contra nuestros hábitos, intentemos introducir un ingrediente clave en el proceso de aprendizaje natural basado en la recompensa: la curiosidad.
Se trataría, como dice Brewer en su estudio “Drug and Alcohol Dependence” (2001):
“… Se trata de dejar de forzar y obligarnos a hacer algo mentalmente, para empezar a ser realmente curiosos en eso que nos está ocurriendo. Analizando con apertura justo la experiencia que surge en ese instante de deseo desenfrenado, que nos invade y se apodera de nosotros.”