4.4. El videoarte y las artes. Contexto histórico y cultural del nacimiento del videoarte. Evolución: performance, teatro, videoclip
Antes de empezar es necesario saber qué es un videoclip. Según la RAE, la definición correcta es: cortometraje en que se registra, generalmente con fines promocionales, una única canción o pieza musical. Sin embargo, a lo largo de los años no siempre ha tenido la misma función.
El videoclip tiene su origen en el cine, los musicales, la industria publicitaria, entre otros. No obstante, no fue hasta los años ochenta cuando se popularizó gracias a la aparición de cadenas de televisión con una temática exclusivamente musical. Un ejemplo de esto es la MTV, cuya programación consistía en la emisión de videoclips, lo que supuso una revolución para estas obras audiovisuales. El videoclip que inauguró la cadena fue Video Killed the Radio Star del grupo The Buggles (https://www.youtube.com/watch?v=W8r-tXRLazs) y le siguieron multitud de vídeos musicales de una gran variedad de géneros: pop, rock, rap o heavy metal. Así se convirtió en una fábrica de éxitos, debido a su gran audiencia, potenciando sus ventas y creando lo que hoy en día conocemos como fenómeno mainstream.
https://nuestrotiempo.unav.edu/files/2019/10/musica-actual.pdf
El término mainstream hace referencia a aquellos videoclips producidos y difundidos por las industrias de mayor influencia para conquistar a un público mayoritario con un determinado target (normalmente gente joven) en el mayor territorio que sea posible, alcanzando un grado de popularidad máximo.
La principal diferencia que encontramos entre el videoclip mainstream y el videoclip comercial es que el primero no sólo está producido para llegar a un público determinado y rentabilizar la inversión inicial, sino para llegar al máximo público posible y alcanzar la máxima rentabilidad. Por esto, suele tratarse de una canción mainstream, es decir, pop. Este género está producido para las masas, pues cuenta con armonías sencillas, estribillos pegadizos y ritmos simples.
LA ERA YOUTUBE
Con la llegada del Internet de alta velocidad y de nuevas plataformas como Youtube o Vimeo, se originó un nuevo movimiento con respecto al modelo de negocio. Este se vio favorecido por los nuevos medios que multiplicaban las ventas de discos, pues ahora la dimensión que alcanzaban estos videoclips era global. La MTV quedó en un segundo plano, detrás del nuevo formato online, que cambió la identidad de lo que se había considerado mainstream hasta ese momento. Ahora es imposible concebir un single que pueda alcanzar el éxito si no tiene su correspondiente videoclip en Internet. Aparte de ser una herramienta imprescindible de marketing, los vídeos musicales tienen una relevancia igual o incluso mayor que la canción que presentan.
En la actualidad, la relevancia de los videoclips ha alcanzado unos niveles en los que, especialmente los jóvenes, consumen más videos musicales que películas, libros e incluso videojuegos. Si comparamos Avatar (Cameron, 2009), la película más taquillera de la historia con doscientos millones de espectadores los reunidos en los cines de todo el mundo, frente a Despacito, canción de Daddy Yankee y Luis Fonsi, con más de siete mil millones de reproducciones, podemos ver clara la evidencia.
Top 10 videoclips con más reproducciones: https://blogthinkbig.com/cuales-son-los-10-videos-con-mas-reproducciones-en-la-historia-de-youtube
Jon Emanuel Illescas estudia la sexocracia en su tesis doctoral “Industrias culturales y juventud en el sistema- mundo. El videoclip mainstream como mercancía y como reproductor de ideología”. Este expone como desde el auge de Youtube se puede observar un claro antes y después. Debido a que se produjo un abaratamiento de los costes, la industria apostó por atrapar al público con violencia y sexo, estímulo que según el investigador tiene la capacidad de llamar la atención un 20% antes que cualquier otro.
De esta forma, Illescas ha comprobado que la violencia está presente en el 44% de los 50 vídeos más vistos. Y lo que él apoda sexocracia determina que el 81% de los vídeos tienen contenido sexual, cuando antes de 1999 apenas llegaban a la mitad. Además, en estos vídeos, a cada hombre le tocan de media dos mujeres. El amor se ha convertido en algo de perdedores.
El sociólogo también ha contabilizado que el 16% de los vídeos hacen apología a las fiestas y consumo de alcohol y drogas.
https://www.youtube.com/watch?v=HL1UzIK-flA
Los protagonistas de los videoclips mainstream de los últimos años suelen ser hombres latinos o afroamericanos, referentes en los géneros líderes del panorama, el reggaetón y el trap, donde estas características se hacen muy notables. Algunos de estos son Maluma, Anuel, Bad Bunny, Ozuna, Myke Towers, Rauw Alejandro, C. Tangana, Trueno… entre muchos otros. Aunque entre las listas se cuelan algunas mujeres como Rosalía, Bad Gyal o Nicki Nicole. Las colaboraciones entre estos suelen provocar tanta expectación que se han llegado a colapsar los servidores de Youtube en alguna ocasión.
Entre los ejemplos de este fenómeno podemos encontrar el último videoclip lanzado por Bad Bunny junto a Rosalía, “La noche de anoche”, que en su estreno obtuvo 5 millones de reproducciones. Una semana después ha alcanzado los 40 millones.
Uno de los vídeos musicales que consiguió que se cayera la plataforma en minutos fue la esperada canción “Mamichula”, interpretada por Trueno y Nicki Nicole, las jóvenes promesas de argentina. En tan solo seis meses ha llegado a la cifra de 250 millones de reproducciones. Aquí entra en acción otro factor, que es el conocido beef entre artistas y las historias detrás de las canciones, pues se sumaba la confirmación de esta pareja y además era un claro mensaje para el ex de la chica, otro artista de la escena argentina.
He escogido este tema porque la cultura del videoclip ha influido mucho en las nuevas generaciones que nacen ya con la tecnología al alcance de su mano. A veces no somos conscientes del alcance ni la relevancia que tienen algunos de estos vídeos y como calan en nuestras vidas, ya que reproducimos muchos de sus actos, vestimos su ropa, compramos los productos que promocionan, utilizamos su jerga… Por otro lado, me resulta un tanto injusto que estos videoclips mainstream eclipsen a otros muchos vídeos musicales de otros géneros o artistas que no están en la cumbre y están mucho más trabajados que estos, tanto musical como visualmente, pero no reciben el reconocimiento que se merecen.